Innovación en la aplicación de técnicas modernas de prospección geotérmica a partir de la integración de métodos geológicos, geoquímicos y geofísicos, caso de estudio del campo volcánico-geotérmico de Los Humeros
México ocupa actualmente el cuarto nivel a nivel mundial en lo que se refiere a generación de energía geoeléctrica con cerca de 1,000 MW, lo cual sirve para satisfacer apenas un 2-3 % de la producción de electricidad a nivel nacional. Las estimaciones sobre el potencial geotérmico del país son muy variables (Hiriart, 2011), oscilando de entre 4,000 (Alonso, 1975) hasta 45,000 MW (Mercado et al., 1985), aunque más recientemente se ha propuesto una estimación de cerca de 10,000 MW (Ordaz et al., 2011). Estas estimaciones reflejan una fuerte incertidumbre acerca de las posibilidades reales de este recurso renovable a futuro y son una clara muestra del aún escaso conocimiento que se tiene acerca de los recursos geotérmicos existentes, de sus posibilidades de crecimiento y de las capacidades estimadas de nuevos prospectos a futuro, lo cual puede ser atribuído en parte a una inadecuada y prácticamente inexistente política de exploración geotérmica en el país hoy en día.
Siguiendo el espíritu formulado para la creación del Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica, una de las políticas que deben ser implementadas de manera prioritaria para el desarrollo de la Geotermia, es sin duda la propuesta de un programa de exploración sólido que permita ampliar las posibilidades de expansión de futuros prospectos geotérmicos, así como de optimizar la producción de los campos geotérmicos ya existentes. La estrategia propuesta consiste en el desarrollo de un modelo integral de exploración que combine de manera estratégica las herramientas geológicas, geoquímicas y geofísicas necesarias, y que aproveche de una manera más efectiva los avances tecnológicos modernos, que permitan mejorar las metodologías de investigación y se constituyan en procedimientos innovadores para beneficio de la Geotermia.